No confíes en tus hijos:¿falso o acertado?

Los medios de comunicación y la nueva tecnología nos desafían a nuevos retos en la educación; hoy más que nunca necesitamos estar más informados para poder cumplir con la tarea de todo padre de guiar y educar.

2013-08-31

¨No confíes en tus hijos, róbales las contraseñas¨*

Este título lo encontré en un artículo de un diario español y me llamó realmente  la atención. El mismo hace referencia a que la Policía de Mahwah, Nueva Jersey,  ofrece cursos gratuitos a padres para que aprendan a espiar a sus hijos en Internet. El articulo continuaba diciendo que “…los padres deben hackear, robar, o hacer lo que sea necesario para obtener las contraseñas de los perfiles de sus hijos en Facebook y no deben sentirse culpables por ello". Además se agrega que ¨La confianza suena bien. Es un buen cliché…Pero esconder la cabeza en la arena y pensar que tu hijo adolescente no está expuesto al alcohol y a las drogas es ser un ingenuo¨. Las palabras corresponden al  Jefe de Policía de la localidad.

Un lenguaje muy fuerte, ¿no?

Luego, como gracias a internet, todos podemos opinar de todo (si eso es bueno o malo es otro tema a discutir…), aparecían los ¨comentarios¨ a la noticia:

1. ¨Control, control, control...Favorezcamos la desconfianza hasta en nuestra propia casa.¨

2. ¨ ¡Dejad a vuestros hijos en paz y meter en la cárcel a los banqueros, empresarios y políticos corruptos!¨

3. ¨ ¿No será mejor educarlos bien, que tenerles que espiar? Si no confías en tu hijo mal vamos.¨

Interesante.

¿Hasta dónde llegan nuestros deberes y derechos como padres? ¿Cuál es la delgada línea en la que ponemos en juego la libertad de nuestros hijos y pasamos a “invadir” su intimidad?
Tres palabras me vienen a la cabeza: Educación, Confianza y Equilibrio.

Educación. Una educación en la que les brindemos las herramientas necesarias para que ellos por si solos puedan elegir. Para ello es necesario que las normas sean claras y los límites estén bien establecidos.

Confianza. No hay recetas, ni tampoco hijos fotocopiados. Por suerte, son todos diferentes. Se pone en juego aquí, la sabiduría de cada padre y el conocimiento de su propio hijo. Habrá hijos que nos acepten como amigos en su red social sin ningún tipo de problema. Habrá otros que encontrarán la manera de que no nos demos cuenta de lo que hacen o dejan de hacer. Toma aquí, la palabra “confianza” un gran protagonismo. Pero la confianza bien entendida no nos permite abandonarnos en ella ¨escondiendo la cabeza en la arena¨.
Bajo el velo de la confianza cultivada día a día, somos los primeros responsables de lo que nuestros hijos hacen para poder guiarlos y ayudarlos a encontrar el mejor camino.

Equilibrio. Creo que como todo en la vida debe reinar el equilibrio y no los extremos, tarea difícil claro está. Nosotros como padres debemos buscar la armonía, llevado al caso expuesto ni robar, ni confiar ciegamente. La educación y la confianza son muy relevantes. Pero se educa de por vida y no debemos olvidarnos que son niños o adolescentes que todavía no están preparados para afrontar las innumerables situaciones que el ciberespacio les puede presentar. Y para ellos debemos estar ¨presentes¨ y ¨atentos¨, que lejos está de “desconfiar” y “espiar”.

¨Robarles¨, no.

¨Control¨ sí, pero siempre bajo la perspectiva del amor.

*http://www.publico.es/361673/no-confies-en-tus-hijos-robales-las-contrasenas

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