Trabajando nuestra plenitud

La plenitud se logra desarrollando una personalidad flexible y adaptable que nos permitirá enriquecernos mientras recorremos el camino del crecimiento personal y enfrentamos los desafíos de la vida.

2013-03-31

Como todo ser humano buscamos, conciente o inconcientemente, en cada una de nuestras conductas, aquello que intuimos que nos acerca a un crecimiento o desarrollo de nuestras capacidades, o que creemos que nos hará felices. Pero la vida nos muestra que este fin con frecuencia se nos  pierde o se nos aleja y que  muchas veces persistimos con la misma conducta aún sabiendo que nos perjudica. ¡Que cierto es aquello de que el ser humano es el único que tropieza dos veces con la misma piedra!

Por otra parte podríamos señalar que la riqueza de una personalidad se mide por la flexibilidad y la adaptabilidad que posee. Cuando la vida nos presenta una situación en la que nos estancamos es necesario no seguir haciendo lo mismo, ser capaces de enfrentar la situación de un modo creativo, nuevo, diferente, aunque esto nos provoque inseguridad y miedo dado que nos saca de nuestra zona de seguridad, donde dominamos la situación y todo nos sale más o menos bien. Este realizar conductas nuevas, arriesgar, implica un crecimiento porque nos lleva a tener que desarrollar algún aspecto de nuestra personalidad que no es el más característico nuestro o no es aquel con el que nos identificamos o no es lo que nuestro entorno está dispuesto a aprobar o reforzar.

A mí me gusta visualizar el mundo interno como un ´baile de partes´, como aquellos bailes de antes donde todos se sentaban alrededor y algunos salían a bailar. Así es como en la vida ´sacamos a bailar´´ a algunas partes de nuestra personalidad y ´´dejamos sentadas´´ a otras. Si soy muy divertida y conversadora esta parte crece mucho y suelo no desarrollar mi parte callada, que pasa desapercibida. Si soy tímida y temerosa con seguridad dejaré sin crecer mi parte libre, que puede en ocasiones hacer chistes tontos o vestir de modo llamativo. Si he sido muy valorada por ser inteligente y competente me costará no tener metas altas de desarrollo intelectual o tomarme un año sabático. Cuando se da esta situación, sin querer, vamos empobreciendo nuestra personalidad que se vuelve previsible y  encajada. El desafío es animarnos a crecer algún aspecto poco desarrollado de nuestra personalidad.

Según qué ´´parte´´ tengamos más desarrollada será desde qué ´´lugar´´ nos relacionaremos con el otro. Si alguien tiene su parte ´´segura´´ muy desarrollada probablemente se ubicará en un lugar de líder proactivo costándole con frecuencia ubicarse en el lugar de ´´guiado´´ o de ´´pasivo´´. Al que tiene su parte ´´ordenada y perfeccionista´´ muy crecida se le dificultará  permitirse aspectos de descontracturación, espontaneidad o creatividad. A veces el ocupar un lugar o desarrollar mucho una ¨parte¨ de nuestra personalidad oculta el temor a caer en la polaridad opuesta. Por ejemplo,  nos mostramos siempre seguros y competentes porque inconcientemente  le  tememos a nuestra vulnerabilidad y debilidad. El crecimiento está en integrar nuestras polaridades, ser capaces de ir por el “caminito del medio¨, por aquello de que ¨la virtud está en el justo medio¨ .¡Pero qué difícil es el bendito equilibrio!

El desafío de crecer nuestras partes se presenta sobre todo en tiempos de crisis personales.

Toda crisis implica un riesgo y un crecimiento. Un riesgo, porque entramos en crisis cuando los recursos de nuestra personalidad no son suficientes como para enfrentar con éxito la situación de vida que se nos presenta. Un crecimiento, porque sólo creciendo aquellos aspectos poco desarrollados de nosotros mismos y ahora necesarios para la resolución de la situación que se nos presenta, es que lograremos superarla exitosamente.

Las crisis son dolorosas, pero no hay duda de que son una de las oportunidades de mayor crecimiento que nos da la vida.

Los miedos se vencen enfrentándolos, mirándolos a la cara y preguntándoles.´´¿ porqué estoy estancada?,¿qué parte o aspecto de mi personalidad  me falta crecer para superar esta situación?´´

Otras veces será necesario acercarnos a un familiar, a un buen amigo o a un profesional para que nos ayuden en esta búsqueda de nosotros mismos, pero siempre va a ser necesario una cuota de sinceridad con nosotros mismos como para analizarnos con valentía y profundidad. Es muy sano hacer introspección con cierta frecuencia y también hablar de estos temas con las personas cercanas, que a menudo, en algunos aspectos, nos ven con más claridad que nosotros mismos.

 

* La riqueza de una personalidad se mide por su “adaptabilidad” y su “flexibilidad”.

* ¿Cómo concilio mis ¨Partes¨?

* ¿Cuál ¨parte¨de mi Yo está más desarrollada?

* ¿Cuál tengo que crecer?

* ¿Desde que ¨lugar¨ me relaciono con el otro?

* ¿Cuál es mi ¨lugar¨cómodo, mi ¨zona de seguridad

 

 

BUSCADOR